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Redacción/SinEmbargo

23/05/2019 - 6:53 am

Devolver lo robado/ Lozoya, primera llamada, primera/ AMLO, a la lomita

Te invitamos a leer una síntesis de las opiniones de periodistas y escritores en los diarios nacionales en nuestra Columna de Columnas.

Devolver lo robado
En el Reforma, el analista y periodista Sergio Sarmiento, escribe que: “el Presidente López Obrador ha sabido entender el enojo de los mexicanos con la clase política, pero también ha encontrado maneras eficaces de comunicar su convicción de que él es diferente. Hace unos días anunció la creación del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado. En realidad no es una nueva institución. Tenemos ya el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, el SAE, de la Secretaría de Hacienda. El nuevo instituto será el mismo y estará encabezado por el director del SAE, Ricardo Rodríguez Vargas; pero si el viejo nombre era neutral e institucional, el nuevo tendrá el propósito político de recordar constantemente a los ciudadanos que todos los gobiernos anteriores eran corruptos pero el suyo es honesto. […] López Obrador es un Presidente austero. Él mismo se preguntaba el martes 21: ‘¿O qué ya se olvidó que había un avión presidencial?… Por eso puedo decir que no hay corrupción… tolerada’. Si bien cuesta mucho mantener el avión en un hangar en California, Estados Unidos, supongo que sí ha habido una disminución en el costo de los viajes presidenciales por la decisión del Presidente de usar vuelos comerciales. Lo importante para López Obrador, sin embargo, no parece ser el ahorro sino el mensaje político de que él sí es honesto. El gobierno está gastando menos, es cierto. Según Hacienda, el gasto neto total tuvo una baja de 6.1 por ciento anual real en el primer trimestre de 2019. En principio esto es positivo, aunque no siempre un menor gasto significa mejor gasto. De lo que no hay duda es de la habilidad del Presidente para comunicar. El Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado no es más que el viejo SAE con nuevo nombre, mientras que la subasta del próximo domingo es una más de muchas de bienes decomisados que ha hecho el SAE. La venta se hace en Los Pinos y se anuncia en la mañanera para darle una máxima difusión. Es más un triunfo de la comunicación política que de la honestidad valiente’. […] El caso de Germán Martínez es el de un funcionario que heredó un IMSS en los huesos, en crisis, sostenido por alfileres, y en lugar de culpar a los de antes —tenía todos los argumentos para hacerlo— prefirió renunciar que quitarle los alfileres. Una cosa es cortar excesos, lujos, privilegios, camionetas blindadas, etc., otra cosa es paralizar al gobierno a costa de los más amolados”.

Ni ‘robado’ ni del pueblo ni ‘devuelto’
En Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe que: “[…] La magnitud de la renuncia-denuncia de Germán Martínez al IMSS es colosal (casi 60 millones de derechohabientes), pero fue por causas equiparables que Clara Torres Armendáriz, en los inicios del sexenio, renunció a la titularidad de ese sistema, porque se redujo a la mitad el respaldo económico institucional. Obsesionado con el tema y atizando más el encono social en vez de alentar la conciliación, el Presidente acaba de crear un innecesario y absurdo Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, que ni devolverá nada ni administrará lo hurtado a nadie […] Eufemístico y falsario, el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado debutará el próximo domingo en Los Pinos con una subasta de vehículos entre los que resaltan los Porsche, Lamborghini, Corvette y… un vochito, donde se exhibirán dos camionetas y una ambulancia donadas a México por el rey de Jordania y, pese a que AMLO las considera ‘bastante extravagantes’, serán asignadas a la nada frívola Guardia Nacional […] En el colmo del exceso persecutorio, a esa subasta seguirá otra de inmuebles que tampoco fueron robados, sino propiedad del Gobierno y que habían sido prestados o rentados a organizaciones civiles, como la de Rosi Orozco, quien por un departamento en Bosques de las Lomas dedicado a la protección de víctimas de trata de personas y valuado en 22 millones de pesos, la señora ha pagado a lo que fue el SAE mensualidades de 40 mil pesos que totalizan ya 5 millones. Así que, por favor, a otro perro con ese hueso”.

Lozoya, primera llamada, primera
En El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “La inhabilitación por 10 años del servicio público a Emilio Lozoya Austin, sumada a la sanción de 620 millones de pesos por ‘mal uso de recursos públicos y pago de sobreprecio’ por la compra de Fertinal, realizada durante su gestión, representa sin duda el primer aviso de que al ex director de Pemex durante el sexenio pasado, le han comenzado a cerrar el círculo con estas fuertes sanciones administrativas de la Secretaría de la Función Pública, que serían la antesala de posibles acusaciones de responsabilidades penales que prepara la Fiscalía General de la República (FGR) contra uno de los hombres más cercanos, política y afectivamente, al ex Presidente Enrique Peña Nieto. Junto con otros directivos importantes de su gestión al frente de Pemex y, de acuerdo con fuentes del Gobierno federal que confirmaron su nombre a EL UNIVERSAL, Lozoya es el primer funcionario de alto nivel del sexenio peñista que recibe una sanción por temas relacionados a corrupción (información falsa en su declaración patrimonial al omitir cuentas bancarias con cientos de miles de pesos) y a malversación de recursos públicos por la compra irregular de una planta de fertilizantes que se pagó muy por encima de su valor real, un tema que a pesar de las denuncias documentadas de un daño patrimonial a Pemex, nunca fueron investigadas en el sexenio pasado. Pero con todo y lo fuertes que pueden resultar las sanciones dictadas por la Función Pública, que aún podría dar vista a la FGR para que investigue posibles responsabilidades penales, el expediente que más preocupa a Emilio Lozoya y a buena parte de personajes del que fuera el primer círculo del ex Presidente Peña Nieto, es la investigación del caso Odebrecht, que en estos momentos tiene en curso el fiscal General, Alejandro Gertz Manero. Al igual que la secretaria Irma Sandoval, que anunció ayer en tono festivo el ‘gran logro del equipo de la Función Pública que hoy logra sancionar a altos mandos de Pemex de la administración de Peña Nieto’, Gertz Manero también ha declarado en entrevistas que en los grandes casos de corrupción que investiga la Fiscalía a su cargo, como Odebrecht y la llamada ‘Estafa Maestra’, habrá imputaciones y posibles órdenes de aprehensión contra funcionarios de primer nivel y ha dicho que ‘vamos contra los nombres que todo mundo conoce y espera en estos casos, no por chivos expiatorios’. […] En todo caso, como en el teatro y en medio de gritos y silbidos del público, que ya le exigían al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que actuara con hechos y no sólo con discursos, ayer se dio la primera llamada, primera, para empezar a ver en el escenario judicial y sentados en el banquillo, a los acusados de corrupción en el sexenio de Peña Nieto”.

Imparable la crisis de migración
En Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe que: “[…] Estamos en el inicio de lo que será uno de los problemas más graves de México: la migración, porque el mundo que huye ya encontró una vía de ingreso a Estados Unidos: nuestra frontera norte. México ha quedado atrapado entre los que entran por el sur y los que devuelve Washington por el norte, para esperar aquí el desahogo de su trámite de asilo allá, una media de 700 a 800 días, sin que aquí se cuente con el presupuesto ni la infraestructura para atenderlos. Hoy me voy a referir a Tamaulipas, problema ignorado. En un solo día, la Patrulla Fronteriza detuvo del otro lado del Bravo, a 2 mil migrantes y en una semana 10 mil, más los que llegan a cruzar y los 2 mil mensuales que Estados Unidos repatria, y que ya genera presiones sociales, económicas, de convivencia, de salud, de seguridad ante lo que ha surgido un rechazo contra esos migrantes, que en México no existía. Y eso que le hablo de Tamaulipas, en lo de Baja California ya es devastador y desde la arrogancia de este altiplano, este problema se ignora. La migración, pues, es el tema que hoy tienen en la mesa Ebrard y Pompeo, y en forma permanente López Obrador y Trump, México y Estados Unidos. Y no le veo solución en el corto ni el mediano plazo […]”.

¿Primero los pobres o primero el ganso?
En El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: “No hay dinero para las medicinas, pero sí se le compran por más de 160 millones de pesos al ex candidato de Morena al Gobierno de Jalisco. No hay dinero para hospitales, pero sí para tirar un aeropuerto a la mitad y hacer otro donde hay un cerro. No hay dinero para las guarderías, pero sí para construir una refinería que todos le han dicho que es un pésimo negocio. No hay dinero para los incendios, no hay dinero para las universidades, no hay para los refugios de mujeres víctimas de violencia, pero sí hay para repartir efectivo por todo el país. ¿No lo atienden en el IMSS? Páguese su doctor, que para eso le llega su dinerito en efectivo. ¿No le dan sus medicinas en el Seguro? Cómpreselas en la farmacia, que para eso apoya el Gobierno con su sobrecito mensual. ¿Primero los pobres o primero el Presidente? […] De todas, la crítica que debería calar más hondo es la de la insensibilidad frente a las población más vulnerable y pobre. Los recortes drásticos y la política de ahorros a toda costa parece neoliberal, como lo señala Germán Martínez en su carta, pero cuando se completa la película vemos que el dinero está redirigido a un proyecto de populismo extremo: tres obras de infraestructura en las que sólo cree un hombre, el Presidente, en contra de los suyos, en contra de las evidencias técnicas y en contra de los señalamientos nacionales e internacionales; y un grupo de programas en los que se anula a las instituciones y se privilegia el apoyo directo con dinero entregado en mano a nombre de ese hombre, el Presidente”.

La aterradora unanimidad
En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: “[…] Héctor Aguilar Camín escribió en Twitter después de la aprobación en el Senado de las leyes secundarias sobre la Guardia Nacional: ‘De la unanimidad en el Senado: Donde todos piensan lo mismo alguien está dejando de pensar’. La frase, creo, es perfecta y aterradora para lo que está viviendo y, todo indica, vivirá el país en el que vivo los próximos años, ya veremos cuántos. Hace muchos años que los que saben de esto decían con razón que uno de los mayores problemas del país era uno de representatividad […] Nuestro ejercicio político democrático se limitaba a cada seis años hacer un poco de cola en una urna. Nuestros partidos se convirtieron en (son) aparatos de repartición de los espacios de poder cuya única relación con los votantes sucedía (sucede) mirando una elección y con base a dineros, prebendas y favores bien repartidos. El triunfo de un hombre fundamentalmente sin partido (el hoy Presidente tiene seguidores, que no es lo mismo) tiene a los demás, a los que creían partido, de cabeza, confundidos. Y entonces se han esfumado […] Con tanta votación unánime se han hecho cargo y responsables de las decisiones del actual Gobierno al que, si algo le sale mal, siempre podrá decir pues que fue decisión de todos. Y, hasta donde se sabe, todo esto se ha logrado con muy pocos costos para el movimiento que gobierna”.

AMLO, a la lomita
En el Excélsior, su director, el periodista Pascal Beltrán del Río, escribe que: “[…] El Gobierno define como ‘austeridad’ y ‘ahorro’ los recortes presupuestales que ha venido aplicando desde el inicio de la administración. Ha recortado el gasto con el pretexto de combatir la corrupción. El problema es que hay muy pocos resultados en esa lucha –algunos incluso dirían que ninguno– y, en cambio, las reducciones han derivado en problemas muy serios: padres de familia que ya no cuentan con una estancia donde dejar a sus hijos; mujeres maltratadas que no pueden buscar ayuda profesional porque los refugios han tenido que cerrar y enfermos que no consiguen las medicinas que venían tomando, entre otros casos […] Se decidió recortar el gasto en servicios fundamentales para la población –como lo demuestra la carta del renunciante Germán Martínez– y erogar en los ofrecimientos de campaña del Presidente Andrés Manuel López Obrador, como transferencias y obras suntuosas, que no garantizan el crecimiento del país […] El Gobierno ha optado por costear transferencias y construir una refinería y un ferrocarril, aunque eso signifique dejar sin medicinas a los enfermos, sin refugio a las mujeres maltratadas y sin educación temprana a los infantes […] Aún es tiempo de rectificar […] Pero, al hacerlo, tendría que ser muy honesto: el presupuesto no alcanza para muchas de las promesas de campaña y varias de éstas son inviables si lo que se quiere es fomentar el desarrollo”.

Una historia del 911
En El Universal, el periodista y escritor, Héctor de Mauleón, escribe que: “Camila Escalante acababa de cumplir 64 años. Un viernes cualquiera, un viernes de la Ciudad de México, acompañó a su nieto Rodrigo a su clase de tae kwon do, en un centro de artes marciales de Coapa. Acababa de terminar la clase. Mientras Rodrigo se cambiaba, Camila se quedó conversando con el instructor. De pronto, en una reacción instintiva, ella le agarró las manos al maestro, para evitar caerse de la banca en donde estaba sentada. La pasaron a una silla. Un estudiante de medicina que estaba calentando se acercó a auscultarla. Recomendó que llamaran al 911, pues podía tratarse de una accidente cerebro vascular. A Camila le dolía la cabeza. No podía hablar bien, estaba mareada, vomitó varias veces. Su hija, Gabriela X, a la que habían llamado en cuanto todo comenzó, arribó al centro cuando el maestro intentaba explicar al operador del 911 lo que había ocurrido. […] Llegaron dos policías en bici para verificar si había o no una emergencia. Pidieron los generales, el nombre, la edad, detalles sobre lo ocurrido. Hablaron en ‘código de policía’ y finalmente certificaron que sí había una emergencia. Le pidieron a Gabriela que volviera a hablar al 911. El operador dijo: ‘Está bien, pero ya le comenté que no hay unidades. Pueden tardar dos o tres horas’. Le entregó a Gabriela un número de folio y cortó la llamada. […] La ambulancia llegó en 20 minutos y con la sirena abierta se llevó a Camila al hospital Darío Fernández del ISSSTE. ‘El trato fue bueno, humano’, cuenta Gabriela. Pero los dejaron en un pasillo porque había otro paciente en el cubículo de choque. A Camila la recibieron a las tres de la mañana, siete horas después del accidente cerebro vascular. Murió el domingo siguiente. […] La ambulancia del 911 nunca llegó. Cuenta Gabriela que cuando llamaron para avisar que ya se habían llevado a la paciente, les dijeron que no había reporte de emergencia, que no había existido validación de la patrulla sobre la emergencia médica y que la dirección que le dieron a la patrulla ‘estaba cerrada. Otra historia de la ciudad. Otra historia del 911”.

Informante de EU
En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “allá en Estados Unidos, el gasolinero Juan Manuel ‘El Mono’ Muñoz se convirtió oficialmente en informante del Gobierno norteamericano, lo cual debe tener muy inquieto al ex Gobernador priista Humberto Moreira. Trasllegar a un acuerdo con los fiscales, Muñoz se declaró culpable de lavado de dinero proveniente del narcotráfico ante una corte de San Antonio. Sin embargo, será procesado sólo por uno de los cuatro cargos que enfrentaba, con lo que recibirá una pena mucho más ligera. A cambio de su benévola sentencia, el empresario coahuilense ayudará a las autoridades norteamericanas a capturar ‘peces gordos’. Y según se ha dicho en Texas, Moreira sería un objetivo prioritario de los sabuesos gringos. Así que mientras en Estados Unidos se investiga y castiga la corrupción de los políticos mexicanos, de este lado de la frontera todo es amor y paz, borrón y cuenta nueva, abrazos y no órdenes de aprehensión…”

¿Primera llamada o perdón de la 4T a Lozoya?
En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “Desde la tarde del miércoles, le dimos a conocer en nuestro sitio web que Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex, era uno de los nombres de dos ex servidores públicos del sexenio de Peña Nieto inhabilitados por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Con la noticia, nos comentan, comenzaron a moverse dos hipótesis en la arena política —donde por cierto no existen las coincidencias. De inicio, nos dicen, es que se trata de una primera llamada a don Emilio por el caso de la empresa Odebrecht, expediente de corrupción que investiga la Fiscalía General de la República, que hasta el momento ha quedado en las aguas de la impunidad en México. Y, como en política no hay coincidencias, le recordamos que el ex Procurador General de la República, Raúl Cervantes, quien encabezó una buena parte de las indagatorias del caso Odebrecht, visitó esta misma semana Palacio Nacional. La segunda, nos hacen notar, puede ser el borrón y cuenta nueva que pregona la actual administración federal, con un castigo de 10 años sin poder trabajar en el servicio público por haber proporcionado información falsa en su declaración patrimonial. ¿Usted cree que Lozoya Austin tiene necesidad de trabajar en el Gobierno? De ahí la pregunta: ¿La sanción de la 4T a don Emilio es la primera llamada, o el perdón de los pecados? Ya se verá”.

“Yo sí soy médico”
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que:” algunas ‘fans’ de Martí Batres soltaron el rumor de que dejará su escaño para irse como Subsecretario de Gobernación en lugar de Zoé Robledo, quien relevó a Germán Martínez en el IMSS, especie que el Presidente del Senado debió salir a atajar aclarando que se siente contento y satisfecho con su trabajo cameral. Por cierto que hablando de ‘fans’, la titular de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Miroslava Sánchez, se pasó de sincera cuando le preguntaron sobre si Robledo es el mejor perfil para el Seguro Social. Sonriente, respondió: ‘No sé… yo sí soy médico’.”

El relevo oportuno
En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “no pasaron sino horas para que se designara al nuevo titular del IMSS, Zoé Robledo. Hay muchos funcionarios capaces en México, dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, ante la salida abrupta de Germán Martínez. Robledo es parte de una dinastía que ha participado en la política mexicana en el último medio siglo y hoy toca a Zoé dirigir las riendas del instituto de salud más grande de América Latina. Sin tiempo que perder, se reunió de urgencia con Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, para volver al camino y garantizar el derecho de los mexicanos a un sistema de salud de calidad. No fue sacado de la chistera. Es un político progresista que en su primer día en el nuevo cargo logró coincidencias favorables con Hacienda para beneficio de los derechohabientes. Que nadie lo dude, estará a la altura del compromiso.”

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